La septicemia, que a veces se denomina erróneamente “envenenamiento de la sangre”, es una respuesta potencialmente mortal del organismo del paciente a una infección ya presente. Cada año, la septicemia causa un promedio de seis millones de muertes en todo el mundo. Es la principal causa de muerte por infección y tiene una prevalencia mayor que los ataques al corazón. De hecho, se ha demostrado que la septicemia es un factor que contribuye a un tercio de las muertes en hospitales. No obstante, la septicemia se puede prevenir de diferentes maneras y sensibilizar sobre esta afección es el paso más importante para salvar vidas.
A fin de ayudar a los profesionales sanitarios a reducir el riesgo de infección y septicemia entre los pacientes, Tork ha diseñado una sencilla campaña de acción en tres pasos: Piensa. Actúa. Cuida.
Piensa: antes de comenzar con tu rutina habitual, asegúrate de dedicar un momento a recordar las directrices preventivas de higiene, como los 5 momentos para la higiene de manos de la OMS y las políticas de tu centro en materia de cuidado posoperatorio de heridas o de uso de antibióticos.
Actúa: toma los pasos necesarios para garantizar que sigues las normas de higiene para reducir el riesgo de infección y septicemia, como por ejemplo limpiarte las manos con productos desinfectantes antes y después de visitar a un paciente, vigilar de cerca las heridas en busca de signos de infección o comprobar el historial de vacunas.
Cuida: tras la intervención correspondiente, vuelve a cuidar de tus pacientes en un entorno seguro.